Pozole Blanco
El pozole blanco es una versión clásica y esencial de este icónico platillo mexicano, apreciado por su pureza de sabores y su versatilidad. A diferencia del rojo o el verde, este pozole se enfoca en la calidad de sus ingredientes principales: el maíz, la carne de cerdo y un caldo claro y sustancioso. Es el lienzo perfecto para que cada comensal añada sus propios acompañamientos y lo personalice a su gusto. Un verdadero pilar de la cocina tradicional, ideal para compartir en cualquier reunión.
Ingredientes
1 kg de maíz pozolero precocido (nixtamalizado), lavado y escurrido
1 kg de carne de cerdo (se recomienda una combinación de espinazo, cabeza de lomo o pierna), en trozos grandes
1/2 cebolla blanca grande
4-5 dientes de ajo grandes
2 hojas de laurel
Agua, la necesaria (aproximadamente 3-4 litros)
Sal al gusto
Para acompañar
Lechuga finamente picada
Cebolla blanca finamente picada
Rábanos en rodajas
Orégano seco molido
Chile piquín molido (o chile de árbol en polvo)
Limones partidos
Tostadas
Instrucciones
Cocina el maíz y la carne:
En una olla muy grande, o una olla de presión, coloca el maíz pozolero, la carne de cerdo, la mitad de la cebolla y 3 dientes de ajo.
Cubre con suficiente agua. Agrega sal al gusto y las hojas de laurel.
Si usas olla de presión: Cocina por 45-60 minutos una vez que la válvula suba y comience a sonar.
Si usas olla normal: Cocina a fuego medio-bajo durante 2.5 a 3 horas, o hasta que la carne y el maíz estén muy suaves. Durante la cocción, retira cualquier espuma que se forme en la superficie.
Prepara la carne:
Una vez que la carne esté cocida, retírala de la olla y deshébrala en trozos medianos. Puedes desechar la cebolla, el ajo y las hojas de laurel que se cocinaron enteros.
Regresa la carne deshebrada al caldo con el maíz.
Ajusta el sabor y consistencia:
Cocina el pozole a fuego bajo por al menos 15-20 minutos más, permitiendo que los sabores se integren.
Prueba el caldo y ajusta la sal si es necesario. Si el caldo se redujo mucho, puedes agregar un poco más de agua caliente, siempre probando para ajustar el sazón.
Sirve:
Sirve el pozole bien caliente en tazones individuales.
Cada comensal añade sus acompañamientos favoritos al gusto: lechuga picada, cebolla picada, rábanos, una pizca generosa de orégano molido, chile piquín y jugo de limón.
Acompaña con tostadas.